El amor y el cuidado no son fáciles de comunicar en pareja, pues la forma en la que cada uno lo expresa y lo recibe es tan único como cada individuo. Esto muchas veces se puede deber a que cada persona desde pequeña ha vivido en un ambiente muy concreto una forma peculiar de recibir ese cariño.
Desde un planteamiento teórico muy sencillo se ha tratado de dar respuesta a la pregunta “¿de qué forma me gusta que me quieran?”, llegando a la conclusión de que hay cinco formas más comunes de expresar amor y que a cada persona le gusta recibirlo más desde una. Según la teoría de los “Lenguajes del Amor” de Chapman, existen cinco lenguajes:
- Las palabras de apreciación: esto se refiere a la forma en la que las personas tratamos de expresar al otro por medio del lenguaje verbal apoyo, admiración y afecto.
- El tiempo de calidad: no se refiere tanto a la cantidad de tiempo que le dedicas al otro, sino en que ese tiempo que pasamos se base en el disfrute, la escucha, la tranquilidad y la dedicación plena a estar con el otro.
- El contacto físico: se refiere a la comunicación de afecto más básica, la que tiene que ver con tocar a la pareja por medio de besos, abrazos, caricias, etc.
- Los actos de servicio: se trata de servir y hacer por el otro tareas como favor. Esto tiene que ver con el sacrificio que hace el otro por nosotros sin esperar nada a cambio.
- Los regalos: no tiene que ver necesariamente con cosas caras o materiales, sino más bien con los detalles que permiten ver a tu pareja que piensas en ella.
Hasta aquí parece que todo es bonito, pero lo que ocurre muchas veces en pareja es que existe un conflicto entre cómo me gusta expresar el cariño y como le gusta recibirlo a la otra persona. Veamos un ejemplo:
En una relación aparentemente armoniosa, Clara y Alejandro se encuentran en un conflicto latente. Clara, criada en un hogar donde las palabras de apreciación eran la principal forma de expresar el amor, encuentra su mayor conexión emocional a través de conversaciones afectuosas y elogios verbales que le permitan sentirse valorada por su pareja. Por otro lado, Alejandro, cuya infancia estuvo marcada por gestos de servicio y actos desinteresados, valora profundamente cuando alguien dedica tiempo y esfuerzo para ayudar y cuidar de él. A pesar de sus sentimientos mutuos, la falta de alineación en sus «Lenguajes del Amor» ha llevado a malentendidos y frustraciones. Clara se esfuerza por expresar su amor a través de palabras, mientras que Alejandro busca que le ayude con ciertas tareas y le dedique actos de servicio, no logrando sentirse plenamente apreciado.
Las parejas en este aspecto entran en conflicto porque reciben afecto de una forma en la que no se sienten tan cómodos y porque dan afecto de una forma en la que la otra persona tampoco se siente querida. La gran pregunta es ¿Qué puedo hacer al respecto?
Lo primero es hacerse consciente de qué forma de recibir cariño es la que encaja mejor contigo. Esto es algo que puedes hacer mediante un proceso psicoterapéutico o de autodescubrimiento en terapia, o también puedes tratar de prestar atención a las situaciones en las que te sientes mejor cuidado para dar con esa forma tuya de recibir amor.
A partir de hacer consciente esto es importante que puedas comunicárselo a tu pareja de la forma más clara, sincera y respetuosa posible tratando de expresarle que, aunque sabes que está poniendo empeño en expresar ese amor a ti te gusta recibirlo de otra forma.
Pero como esto es cosa de dos, al final también vas a tener que entender y preguntar cómo se siente tu pareja más querida y cuidada. El tercer paso es entender qué le gusta a tu pareja.
Como hemos visto las formas en las que nos comunicamos son únicas y muchas veces no van a coincidir con las de la persona que tenemos al lado. Pero lo importante no es que coincidamos, sino que podamos llegar a un punto medio en el cual podamos entender desde la curiosidad más genuina cómo es la persona con la que estamos para poder tener una relación de mejor calidad donde el afecto, el amor y el cuidado estén presentes.
Sergio Gómez